lunes, 23 de mayo de 2011

El origen y esencia del vudú



La práctica del vudú es tan antigua como la propia África, país del que procede. Desgraciadamente su imagen se ha deteriorado tanto que enseguida se le asocia con sacrificios humanos, sangre, adoración al diablo, muñecos con alfileres clavados, etc.…cosas que para nada se parecen a la esencia de esta antigua religión a caballo entre el politeísmo y el monoteísmo aunque oficialmente se considera monoteísta

Su origen se produjo en diferentes partes de África Occidental mucho antes de que los europeos comenzaran la trata de esclavos. Se dice que pudo originarse en las tribus Fon, Yoruba y Ewe que habitan en el territorio bañado por el Golfo de Benín (desde Ghana hasta Nigeria) pero se desconoce el momento exacto en el tiempo. A pesar de ello, algunos historiadores estiman que su antigüedad aproximada es de 10000 años.
 
Irónicamente, fue la inmigración forzada de esclavos africanos de diferentes grupos étnicos las que hicieron posible la difusión de esta antigua tradición. Fueron precisamente ellos los que empezaron a fusionar sus prácticas con otras que fueron absorbiendo de sus compañeros creando una nueva religión, mezcla de muchas etnias africanas.

La difusión del vudú en todo el mundo.
Esta religión fue prohibida durante la esclavitud y luego durante la Reconstrucción en los Estados Unidos, pero mantuvo la mayoría de sus elementos de África Occidental siendo hoy en día utilizada por millones de personas en todo el mundo, en África, el Caribe, Centroamérica, América del Norte y del Sur, bajo formas diversas, a menudo con elementos del catolicismo mezclado. 

La palabra vudú o voodoo, o vodoun, significa Dios Creador o Gran Espíritu. Su origen procede de la palabra africana “Vodu” (oveja), nombre para un demonio específico o deidad tutelar. Con el paso del tiempo el término pasó a llamarse Voodoo o Hoodoo al traducirse a inglés americano a través de la cultura africana criolla residente en Lousiana, y muy especialmente en la ciudad de Nueva Orleans. Varios historiadores europeos recalcan que la palabra actual vudú no es más que una transliteración de las palabras francesas tous vous, que significa “todos ustedes” que fue originada debido a la importante colonización francesa de Lousiana. En cambio la palabra Vudon y Vodoun se utilizan para describir las deidades brasileñas así como las de África Occidental, y en la diáspora africana.
Cuando la palabra vudú se escribe con mayúscula, denota la religión africana, cuando se escribe en minúscula engloba la espiritualidad, la tradición popular. 

Supervivencia y evolución del vudú.
   
A pesar de que el vudú es una de las más antiguas religiones del mundo, ha sido generalmente caracterizada como una bárbara y primitiva práctica, basada en la superstición y el espectáculo. Gran parte de esta imagen sin embargo, se debe a la connotación negativa que tiene la cultura europea con respecto a la africana, la habitual y antigua costumbre para reprimir y distorsionar una religión única que floreció entre sus esclavos africanos. 

Cuando los esclavistas trajeron estos pueblos a través del océano hasta las Américas, los africanos trajeron su religión con ellos. Sin embargo, al igual que se hizo con la lengua, cultura y patrimonio de los esclavos, esta religión no tuvo más remedio que adoptar formas diferentes. Tenía que ser practicada en secreto, ya que en algunos lugares se castigaba la manifestación de esta religión con la muerte, y tuvo que adaptarse a la pérdida de sus lenguas africanas. 

Para sobrevivir, el vudú también adoptó muchos elementos del cristianismo ya que la mayoría de los esclavos fueron cristianizados a la fuerza. Así fue como sus espíritus a menudo tomaron el nombre y algunos de los atributos de los santos cristianos. 

Antigua pintura Candomblé brasileña
Esta lucha religiosa duraría durante tres siglos, pero ninguno de los castigos o prohibiciones hizo que la fe de los africanos desapareciera. El vudú acabó sobreviviendo en las condiciones más duras y acabó como una religión legítima en varias zonas del mundo, como Brasil, donde se le llama "Candomblé" y en el Caribe de habla inglesa, donde se le llama "Obeah",  y en África occidental donde son creyentes devotos. En las antiguas Islas Españolas, el vudú inspiró una nueva religión que se conoce como Santería, una creencia con ciertos tintes del vudú, influida especialmente por el cristianismo (la adoración de los Santos). En la mayoría de los Estados Unidos sin embargo, el vudú fue casi erradicado a excepción de ciertas zonas como Nueva Orleans gracias a la emigración  a esta ciudad de los haitianos que residían en Cuba. Ellos trajeron consigo a sus esclavos que incorporaron sus ritos y creencias a los de la población de esclavos existentes. De esta forma, el vudú significa, para la mayoría de los afro-americanos, otra parte de su patrimonio que sólo tienen que intentar redescubrir. 

La esencia del vudú


El universo es todo uno. Según esta religión y muchos espiritistas no estamos separados, todos somos partes diferenciadas de uno mismo. Somos espejos de las almas de otros. En el vudú existe una divinidad superior con entidades menores que se manifiestan a través de los espíritus de los antepasados y deben ser respetados en los rituales. Existe un ciclo sagrado entre los vivos y los muertos que no debe ser roto bajo ninguna circunstancia, esta es la esencia de los principales ritos del vudú que incluyen oraciones, tambores, baile, canto e incluso el sacrificio de animales.

Hounfort-ritual.
Los practicantes del vudú se suelen unir en una comunidad llamada société y reunir en torno a un templo (Hounfort, un espacio amplio con techo,normalmente de suelo de tierra  sin ningún tipo de adornos ni altares recargados típicos de las iglesias cristianas) donde se celebran los rituales y ofrendas. En el centro del Hounfort, suele haber una base plana de cemento que se utiliza como el lugar donde depositan las ofrendas a los espíritus inmortales convocados, y un altar de piedra que suele contener velas, comida, dinero, amuletos, collares sagrados, imágenes de santos, botellas de ron, tambores…etc.…esto es, todos los objetos que tienen un significado simbólico dentro de la creencia vudú. Este altar representa pues la puerta entre este mundo y el sobrenatural. 

Retrato Houngan-museo New Orleans.
Esta comunidad es siempre dirigida por un sacerdote (houngan) o sacerdotisa (mambo) que posee una amplia gama de conocimientos religiosos que lo convierten en la única persona capacitada para interactuar con el mundo sobrenatural y ejercer de intérprete. El sacerdote y sacerdotisa son iguales en todos los aspectos. El houngan actúa como el líder de la comunidad y espiritual, NO se debe confundir con la imagen que tenemos de brujo o curandero ya el concepto es mucho más complejo

Es frecuente que los creyentes en esta religión se reúnan con el sacerdote o sacerdotisa en cuestión, para buscar asesoramiento, orientación espiritual o ayuda con sus problemas. Es entonces cuando el sacerdote, a través de asistencia divina, ofrece su ayuda como puede ser la curación a través del uso de hierbas o medicamentos (usando el conocimiento que se ha transmitido dentro de la propia religión), o la curación por la fe en sí como es común en otras religiones.  El sacerdote no recibe ningún salario, por lo que el pago por sus servicios viene derivado de lo que sus clientes pueden pagar (casi siempre se trata de gente pobre) 

Dioses y espíritus del vudú

Baile vudú en Congo-siglo 19
La creencia vudú reconoce un Ser Supremo o divinidad muy semejante al Dios cristiano (Bon Dieu o Bondye). Sin embargo, los devotos suelen convocar a “El Loa”, deidades menores o espíritus que sirven como intermediarios entre los hombres y el mundo sobrenatural y que son convocados a controlar la naturaleza, salud, riqueza y felicidad de los mortales. En realidad estos espíritus muchas veces suelen ser espíritus de antepasados que también representan principios morales y diferentes elementos de la naturaleza como el viento y la lluvia, el rayo y el trueno, el río, el mar, manantiales y lagos, el cielo, el sol, algunos animales, árboles y piedras. De hecho, se baraja la posibilidad de que los dioses africanos originales de los que desciende el concepto evolucionado de “Loa” fueran los espíritus de los primeros seres humanos. Es como cuando un niño mira o busca a sus padres para su orientación en la vida, aquí los creyentes buscan la ayuda de sus antepasados más sabios que ya han pasado al mundo espiritual y que les pueden asesorar tanto de forma espiritual como de forma material. 

Según varias leyendas la distinción entre este gran dios y los Loa vino dado por el siguiente mito: Al principio, Dios participaba en la vida del hombre pero llegó un día que a consecuencia de la arrogancia y ciertos incidentes provocados por los hombres, Dios se alejó de ellos y adoptó una actitud de claro distanciamiento. Así pues para ocupar el espacio dejado por Dios aparecieron los Loa, los espíritus intermedios, los puentes entre el hombre y Dios, dotados de sentimientos propios y de personalidades humanas, principal razón por la que cada Loa tiene sus propias cualidades, preferencias y voluntades. 

Además estos espíritus, a diferencia de otras religiones, tienen la necesidad de comer, ya que pierden su poder si no se alimentan. Este es el motivo por el que la comunidad creyente del vudú realiza ofrendas de comidas y sacrificios de animales incluidos en la mayoría de los rituales: para mantener fuertes a sus Loa ya que estos a cambio usaran su fuerza para apoyar a la comunidad en tiempos de dificultades y problemas. Muchas personas creen  a consecuencia de esto y equivocadamente que el vudú requiere la práctica de sacrificios humanos o canibalismo, algo que no es cierto. De hecho, nunca se encontró evidencia o prueba alguna de tales prácticas.

Durante las ceremonias vudú “el Loa”, puede poseer el cuerpo de los participantes, transmitiendo a través de ellos, consejos, advertencias y deseos y que puede ser calmada o más agresiva, según el carácter propio del Loa que posea al creyente. Se dice que la etimología de esta palabra, Loa, deriva del francés "Loi" (Ley) y que existen dos tipos principales de Loas: Rada y Pertro.

 Damballah madre(aida-wedo)
Los Rada son Loa pasivos, benevolentes y suaves que representan la calidez emocional y estabilidad espiritual. Suelen pedir sacrificios pequeños de animales como pollos o palomas. En la mayoría de las ceremonias del vudú, los Rada son los Loa más frecuentes con un 95% o más. Los más importantes se denominan DAmballah-Wedo (padre) y Aida-Wedo (madre). Ellos representan los antepasados más antiguos de la humanidad y por tanto simbolizan los conocimientos ancestrales sobre los que se ha fundado el vudú. Damballah-Wedo,  es el padre de todo lo que es poderoso y bueno,  y está estrechamente asociado con la serpiente, el servidor de Damballah. Según los creyentes, bajo la serpiente se reúnen todos los presagios y auspicios para todos los que comparten la fe. El sacerdote o sacerdotisa son los vehículos para la expresión del poder de la serpiente. 

Glifos en piedra de los Loa Petro
Los Pertro son los dioses oscuros, el opuesto de las fuerzas benévolas de los Rada. Sin embargo, el término “oscuro” no significa que sean malos, aunque sí representan el equilibrio necesario para llevar a cabo los actos que con los Rada no se pueden lograr. Los ritos Petro se originaron en Haití debido a la estabilidad que ganaron las tradiciones de las tribus africanas después de las consecuencias producidas por la brutalidad de la esclavitud. En aquellos tiempos tan duros, para los esclavos, los dioses ya no podían tener un papel pasivo suave, sino que era necesario actuar. Como resultado, los Petro, son más agresivos, más potentes y más rápidos que los  Rada. Fue este culto el que produjo las más famosas revoluciones por parte del pueblo africano. 

Restos de sacrificio de pajaro
Estos espíritus  pueden curar más rápidamente las enfermedades y realizar actos que los Rada no son capaces de hacer. En consecuencia la demanda de sacrificio se hizo más grande, a más sacrificios más poder por lo que empezaron a proliferar los sacrificios de cabras, ovejas, cerdos, vacas y toros. En general, las ceremonias Petro están fuera del hounfort siendo el lugar de reunión más habitual un cementerio, por ejemplo. 

Baron Samedi, representación moderna
Los "Guede” son otro tipo de antiguos grupos de espíritus que en este caso están asociados a la muerte. Ellos no pertenecen ni a Rada ni a Petro, son una familia separada por completo de los Loa. Los Guede se utilizan en asuntos relacionados con la muerte, sobre todo en el paso entre el mundo de los vivos y los muertos, que son a menudo el último recurso para los enfermos. Estos espíritus permiten que una persona enferma se recupere o que lo acepten en el reino de los muertos; incluso existe la creencia de que pueden hablar a través del cuerpo del difunto con una clara voz nasal, causa por la que suelen taparse las fosas nasales de los cadáveres.  

Baron Samedi, que representa a la muerte, es el más conocido de los Guede, y uno de los más poderosos y temidos de todos los Loa, porque él es el que controla el pasaje entre la vida y la muerte. En el ritual a este espíritu, se ofrecen a menudo cabras o gallinas. Sus símbolos son, ataúdes cruz y falos, sus colores son el negro y púrpura, y es a menudo retratado como un glotón y un tramposo.
 
Religión animista:

El vudú cree en un alma con cinco componentes: La carne mortal (lo que es el cuerpo formado por la carne y la sangre), el espíritu de la carne (permanece cuando el hombre muere, dando aún forma a su cuerpo, y se va deshaciendo conforme se pudre y pasa a la tierra), una estrella que marca el destino de cada uno, un gran ángel de la guarda y un pequeño ángel de la guarda, ambos partes de la misma alma. El gran ángel lo tienen todos los seres que sienten y se adquiere en el momento del nacimiento, pasando en el momento de la muerte al dios creador como una energía indiferenciada; en cambio, el pequeño ángel, es propio de cada uno, recoge nuestros conocimientos, acumula nuestras experiencias, es lo que modela nuestro carácter y forma de ser, y durante el sueño sale de nuestro cuerpo vagando y tomando contacto con espíritus, con antepasados, o viajando a distintos lugares. 

Pintura africana.baile y danza vuduísta.
Aquí los objetos y fenómenos naturales también poseen un alma propia, por eso se dice que el vudú es una fe animista. Es por ello que las ofrendas para los espíritus suelen consistir también en objetos o posesiones significativas o de valor sentimental de los creyentes. Cada ritual se lleva a cabo para un propósito específico: para solicitar algo de un Loa en particular o para realizar ofrendas a cambio de algo. En el vudú, la divinidad se encuentra en el acto del ritual en sí mismo, en el canto y los tambores y en el baile para llamar a los espíritus y no es casualidad, ya que la música y la danza son elementos clave, ya que son la expresión misma de la espiritualidad, la conexión con la divinidad y el mundo de los espíritus. 

Los espíritus se invocan pues, para traer la armonía y la paz, el nacimiento y renacimiento, el aumento de suerte y la renovación. El vudú anima a sus participantes a comprender mejor los procesos naturales de la vida y su naturaleza espiritual, una religión muy a tener en cuenta. 

Artículo dedicado a Mario P.
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