miércoles, 26 de octubre de 2011

La amatista y su magia



¿Qué persona no ha se ha sentido fascinada por esta gema tan misteriosa y mágica?

 Esta piedra que va del color púrpura al lavanda, es llamada la piedra de la espiritualidad y la curación por varias razones: potencia la meditación y la conciencia espiritual de la gente a la que toca debido a la alta vibración espiritual  y sedante que posee. 

Se sabe que es una excelente gema protectora y muy poderosa que ayuda a combatir el estrés, las depresiones, el agotamiento mental, la violencia y la energía negativa. Favorece la comprensión, la inteligencia, la motivación y la persuasión por lo que es excelente para las personas indecisas o inestables. También proporciona alivio y calma en los momentos de más angustia por lo que es una excelente  piedra sanadora. 

En consecuencia la amatista es capaz de equilibrar y conectar el aspecto físico, emocional y mental del ser humano, vinculándolo al mundo espiritual. Es, también un excelente limpiador de aura que transforma la energía negativa en positiva, una cualidad muy apreciada por los antiguos alquimistas.

Se dice que si la ponemos debajo de la almohada produce un sueño pacífico y prolongado evitando así el insomnio. No acaban ahí sus cualidades ya que además de aportar paz y equilibrio es un símbolo de serenidad y pureza, una piedra indicada para conseguir la armonía necesaria tanto en nuestro cuerpo y mente como en nuestra casa. Si se usan puntas de amatista o geodas para este fin (armonizar nuestro hogar), se colocan con la punta hacia fuera para liberar energía y con la punta hacia dentro para absorberla.

La amatista en resumen disipa la ira, la furia, el miedo y la ansiedad, alivia la tristeza y la pena, ayuda a superar y asumir las pérdidas, y finalmente promueve la intuición y la meditación espiritual.

Su efecto en el cuerpo:


La amatista también es especialmente benéfica cuando se lleva sobre la garganta o el corazón equilibrando así el organismo ya que estimula el Chakra de la garganta. Es por ello por lo que potencia las glándulas endocrinas y el sistema nervioso, partes del cuerpo afines a este Chakra. 

Favorece además los órganos de limpieza y eliminación y el sistema inmunitario. Es un excelente limpiador sanguíneo además de tratar cualquier tipo de desorden tanto corporal como mental

A efectos curativos, la amatista se utiliza para aliviar los dolores reumáticos, incorporándola diez minutos al día sobre la zona afectada. Para potenciar el tratamiento, la persona debe estar acostada y relajada. Colocada, en cambio, en heridas causadas por algún golpe, reduce los cardenales e hinchazones.
También es beneficiosa para el sistema respiratorio, problemas cutáneos, y problemas digestivos (regula la flora intestinal, elimina parásitos, favorece la reabsorción del agua).


Historia y mitología:

La amatista se conoce desde hace miles de años, pues ya en el antiguo Egipto se utilizaba para crear joyas, sellos personales y tallas. Incluso Cleopatra era muy dada a llevar espléndidos collares hechos de amatista. En la Edad Media, el cristianismo adoptó la amatista como símbolo de renuncia a los bienes terrenales y castidad siendo usada por los obispos en largos y bellos rosarios.

También se le atribuyó la propiedad mágica de curar el alcoholismo y es de ahí de donde procede su nombre en griego: “améthystos que significa “sobrio”.  Se decía que cuando se llevaba en forma de amuleto la persona quedaba protegida de cualquier borrachera ya que tenía la propiedad de absorber el alcohol de la sangre.  De hecho, esta peculiar creencia procede de la mitología griega, donde podemos encontrar una bella leyenda mitológica basada en el origen de tan preciada piedra semipreciosa:

Según la mitología griega, Dionisio, dios del vino y el desenfreno, pretendía y deseaba  a una doncella llamada Amethystos, la cual deseaba permanecer casta. Ella, deseosa de librarse de los brazos del dios, suplicó a la diosa de la castidad para que la ayudase, y ésta escuchando sus plegarias, la transformó en una piedra blanca. Dionisio, humillado y avergonzado de sus actos, vertió vino sobre la roca a modo de disculpa, tiñendo así de púrpura los cristales. Asimismo juró que todo aquel que llevase esa piedra estaría libre de los insanos efectos del alcohol y protegido de los modales licenciosos de un borracho.

Esta leyenda es la principal razón por la cual las copas de vino eran a menudo talladas en esta gema tan característica. En la magia renacentista, por ejemplo, las amatistas grabadas con la imagen de un oso, se usaban como amuletos protectores. También, en épocas greco-romanas los anillos de amatista engarzados en bronce se utilizaban como amuletos contra el mal.

Magia:


Si se utiliza en adivinación en una tirada de piedras la amatista nos indica que algo no va bien. El asunto por el que se pregunta necesita ser arreglado y solucionado cuanto antes.
En los rituales mágicos la amatista es ideal para amplificar todas las energías y transmutarlas en positivo por lo que se utiliza en rituales de protección y purificación.  También se suele utilizar para limpiar amuletos colocando dicho amuleto toda la noche junto a una o varias amatistas. 

Es muy útil también en cualquier tipo de ritual de índole espiritual o por ejemplo para deshacer el mal de ojo. Cuanto más oscuro es el color de la amatista, más fuerte  es su efecto. Es por eso por lo que se recomienda no exponerla demasiado al sol ya que suele palidecer.

Rituales:

Ritual con amatista para discusiones violentas en el hogar: Sostener una amatista en la mano izquierda (o en la derecha si es zurdo). Dejar que las vibraciones calmantes, relajantes y pacíficas invadan a uno mismo.  Decir siete veces en voz alta “Deseo que en mi hogar reine el amor, la armonía y la paz”.

Ritual con amatista para calmar los miedos y levantar el espíritu.  Colocar en la noche, de un jueves con Luna creciente, una amatista pequeña en un recipiente que contenga agua cristalina (preferiblemente de un manantial).  Dejar en el agua la amatista por tres días.  Después de ese tiempo, colocar la amatista en una bolsa de tela de color púrpura donde no sea visto por otras personas.  Llevar esta bolsa siempre consigo.

Ritual para propiciar la meditación Colocar una pieza de amatista delante de una vela blanca y un incensario dentro del que arde incienso de sándalo.

Ritual para aumentar la conciencia psíquica y para agudizar el "sexto sentido"  Colocar una piedra de amatista en el agua de la bañera. Mientras uno se baña, hacer arder una vela de color púrpura claro y, si se desea, para potenciar los efectos, se puede poner tres amatistas más alrededor de la vela.

Hechizo de belleza para desaparecer los granos y la piel áspera: Humedecer la amatista con saliva y  pasarla sobre el rostro.

Ritual con amatista para sanar heridas de amor  Dirigirse a un sitio al aire libre solo. Sostener una amatista en la mano izquierda (o derecha, si es zurdo).  Luego, recoger un puñado de tierra y verter sobre la piedra.   Realizar este proceso dos veces más. A medida que se realiza, visualizar como va depositando su sufrimiento en la piedra. Tirar la amatista de tal forma que al soltarla también el dolor se desprenderá de uno mismo.  Después, respirar profundamente, meditar unos instantes y agradecer a la Tierra por su ayuda, luego darse la vuelta y dejar la piedra y el sufrimiento atrás.

Ritual para aliviar el estrés. Poner ocho puntas de amatista alrededor del cuerpo a un palmo de distancia poniendo las puntas hacia dentro. También poner una punta de amatista entra los pies y debajo de estos y otra encima de la cabeza, dos a la altura del cuello, dos en las caderas y dos puntas amatista en los tobillos. Luego cerrar los ojos y relajarse durante mínimo 10 minutos aunque es recomendable el tiempo de media hora.

Ritual de protección para el hogar. Coloca de dos o tres recipientes con agua en un lugar visible de la casa o frecuentado, como puede ser el comedor. Junto a cada recipiente, debes poner una piedra de amatista. Para reforzar este ritual de protección, cuando te vayas a ir de viaje por una temporada, deja encendida una varilla de incienso, preferentemente de mirra. Si hubiese alguna entidad o energía negativa, con este ritual conseguirás que se aleje de tu hogar. Lograrás proteger tu casa, pues dicha entidad no se sentirá cómoda y sola se marchara.

Limpieza de aura. Es necesario que se esté desnudo porque para limpiar el campo magnético nada debe obstruir dicha limpieza. Primero se prepara agua que no sea del grifo (manantial, río, mineral, etc…) y se sumerge en ella varios pétalos de cualquier rosa menos la amarilla. Un día antes de hacer la limpieza se debe verter el agua en una jarra con los pétalos de rosa y un poco de sal. Dejarlo así durante 24 horas antes del ritual.
Pasadas las 24 horas se enciende una vela blanca. Después se enciende el incienso y  se comienza a pasar el humo que sale de él por todo el cuerpo. Mantén el humo entre uno y tres centímetros de distancia con respecto a tu piel. Cuando hayas terminado, deja el incienso en el incensario de manera que se siga quemando todavía mientras dura el ritual. Después coge la piedra amatista y frótala por todas las partes del cuerpo como si fuera jabón de baño.  Al terminar, se debe dejar la amatista cerca del incienso que debe seguir encendido. Entonces es cuando se coge la mezcla de agua de rosas. Con ella se debe mojar todas las partes del cuerpo dejando luego que éste se seque al aire. Como punto y final del ritual, apaga el incienso y la vela. ¡El aura ya está totalmente limpia!



Como podéis ver la amatista tiene múltiples usos todos para fines beneficiosos, curativos y purificantes. Humilde, sencilla, bella y llena de poder espiritual, esta gema natural constituye un excelente regalo de la naturaleza que podemos hacernos a nosotros mismos o a nuestros seres queridos para que sus vidas sean más llevaderas


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